jueves, 26 de febrero de 2009

Ser Franciscano Seglar

. Introducción:

Antes de adentrarme en mi reflexión, quiero presentaros como introducción un par de indicaciones que juzgo muy convenientes, dichas en confianza y muy fraternalmente:

1ª. Yo creo que cualquier tema que reflexionemos nos cuestiona por las conclusiones a las que la propia reflexión, en su desarrollo, puede llegar. Pues sean las conclusiones que sean, de pura investigación o de marcada incidencia para la vida, el que expone queda interpelado, de alguna manera. Y, evidentemente, hay títulos y temas que nos comprometen unos más que otros. Algunos nos implican tanto, existencialmente, que resultan un auténtico "reto de vida".
Al hacer este diagnóstico del "ser franciscano hoy", yo no podré decir nunca aquello de san Pablo: "Sed imitadores míos como yo lo soy de Cristo". Más bien, me recuerdo y me resuena el dicho de Jesucristo: "Haced lo que ellos dicen, pero no hagáis lo que ellos hacen".
2ª. Evidentemente, queridos hermanos y amigos, yo no soy "profeta ni hijo de profeta", que diría Amós, aquel campesino valiente y buen conocedor de la historia de su pueblo y de los países vecinos. Amós era bastante más que un pastor y cultivador de sicómoros. Es claro que no llego a su altura.
Pero lo que quiero afirmar con ello es lo siguiente:
Lo que yo pueda decir a continuación sobre este tema, que nos compromete vitalmente a muchas personas, se enmarca en una visión subjetiva, puramente personal y, seguramente, fragmentaria. Por tanto, esta reflexión es un mero apunte, más o menos objetivo, más o menos certero, pero no visión unívoca; siempre serán posibles y tan certeros otros análisis y otras síntesis... Pues yo no soy un especialista ni un investigador del Franciscanismo. Simplemente, un estudioso de mi carisma, que amo y trato de transmitir. Sí puedo decir que me he pasado la vida dedicado a la formación con toda clase de formandos ... y en ese quehacer estamos. Al fin y al cabo, todos somos siempre formandos y formadores. Y hay que convencerse que cuanto más nos empleemos y asumamos la formación personal, más entusiasmados viviremos con nuestro carisma, con más pasión cultivaremos nuestro seguimiento a Jesucristo y más cerca estaremos de los hombres y del mundo en el que estamos embarcados ...

Por lo dicho en estas palabras previas, ya podría sacar una conclusión, como primera y principal propuesta. Es necesario cultivar, estudiar y amar el carisma mental y cordialmente. Cuanto más lo maemos más “franciscanos”seremos...

"SER FRANCISCANO HOY"
A) Análisis de términos:
Este enunciado, como podéis ver inmediatamente, se compone de tres referentes, de tres unidades léxicas, que son:
“SER";
"FRANCISCANO”
"HOY".

Permitidme que haga una glosa muy simple de ellas:
El "SER" nos involucra en el "existir" y en el "hacer". Es decir, nos da validez de "existencia" y de "acción". Yhavé era el eterno "Yo soy" ...
Ahora bien, el "existir" es tanto como "sentir", "pensar" y "comunicarse" ... El "hacer" es tanto como "realizarse" y "relacionarse" ...

Lo "FRANCISCANO" es una entidad superpuesta. Es decir, todo lo que abarca el "ser", debe estar biografiado y calificado por lo "franciscano". Es una entidad que nos recalifica; es una riqueza que nos ha devenido, que se nos ha dado ...
Ahora bien, lo "franciscano" tiene unos orígenes, tiene una fuente primera... y tiene una historia. Si es fascinante el hontanar primigenio, su historia es maravillosa y llena de gracia... Sí. El "Franciscanismo" nace en el fundador y se desarrolla en un devenir de 800 años ...

"HOY" quiere ser tanto como el "aquí y ahora". Los lingüistas dicen que no existe el presente, porque algo dicho o hecho ahora, ya es pasado, ya terminado. De aquí la estrofa certera de nuestro Jorge Manrique, cuando dice "pues si vemos lo presente
como en un punto se es ido
e acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo non venido
por pasado".
Por tanto, este título nos sitúa y nos pregunta no tanto por el pasado cuanto por el presente, dando al "hoy" la actualidad que tiene y entendemos. El "hoy", no solamente implica la categoría tiempo, hay que interpretarlo envuelto en sus circunstancias y contextos diversos; el hoyes el mundo en que vivimos con sus cambios vertiginosos y profundos ...

B. Pues bien, nosotros, franciscanos, nos preguntamos: ¿Cómo debemos traducir el Franciscanismo en la vida. en nuestra propia existencia de cada día. y cómo debemos comunicar "lo franciscano" hoy, al mundo en que nos movemos?

Ciertamente, este doble interrogante se lo han propuesto distintos autores, no muy distanciados de nosotros: El p. Shaluck (en el 2.000?) y, posteriormente, fr. Ben Brevord (2002), se preguntaron: "¿Qué OFS. para el tercer milenio?". Ben Brevoord basaba su respuesta en aquel grito evangélico: "duc in altum: remad mar adentro", de la carta apostólica NMI., de Juan Pablo II. Por otra parte, este mismo título "¿Qué OFS para el año 2000?" fue el tema del Capítulo general de Roma (1996).

Y las respuestas de las ·Fraternidades fueron, más o menos, éstas:
"Queremos una Fraternidad Franciscana con una identidad clara, que ayude a los terciarios a unir Fe y Vida. Deseamos una Fraternidad más dinámica, que tenga en cuenta los problemas de cada uno. Queremos una Fraternidad inspirada en el Concilio Vaticano IL sin divergencias entre espiritualidad y vida cotidiana... Queremos una OFS insertada en la Familia Franciscana y cuya misión de secularizad sea levadura y luz en el mundo. Una OFS que, vive la comunión vital recíproca sin perder su autonomía. Una OFS que, además de ser escuela de perfección cristiana, sea también escuela de ciudadania. Una OFS que ofrece espacios generadores de paz, justicia, de amor y de alegria en medio de los miedos, las amenazas, las injusticias del mundo de hoy ... Es a través de nuestras vidas que otros puedan leer el Evangelio" (Atti, Roma 1997,p.164):

Podemos decir que el sexenio que está a punto de concluir -2002-2008- se abrió con un mensaje de Juan Pablo Il, que siempre será un texto clásico para la OFS, muy digno de recordarse en el corazón de los Franciscanos seglares, y que nos acerca elementos muy esenciales para lograr ese "Ser franciscano de hoy".
En ese mensaje (22 de noviembre de 2002), el Papa comunicaba palabras alentadoras, palabras para entusiasmar, llenas de esperanza y de vida; y, a la vez, palabras programáticas, capaces de abrimos a un futuro de tiempos nuevos:
"Ahora es necesario mirar al futuro y remar mar adentro ... ;
la Iglesia espera de vosotros un testimonio valiente y coherente de vida cristiana y franciscana...;
Os exhorto a estudiar, amar y vivir la Regla de la OFS..., auténtico tesoro...; Estudiad, amad y vivid también vuestras Constituciones Generales ...; Comprometeos con firmeza a luchar contra toda forma de explotación, discriminación y marginación y contra toda actitud de indiferencia con los demás ... ;
Se os pide, antes que nada, el testimonio personal en el ambiente en el que vivís; Vuestra familia sea el ámbito prioritario en el que debéis vivir vuestro compromiso cristiano y vuestra vocación franciscana, dando en ella espacio a la oración, a la Palabra de Dios ya la catequesis cristiana, y trabajando por el respeto de toda vida, desde su concepción hasta la muerte ”.

El año 2003 el Hno. Ivan Matic, asistente general de la OFS, reflexionaba sobre la "Presencia activa de los Franciscanos seglares en la Iglesia y en el mundo" y, terminando su comunicación, insistía en "crear un mundo más fraterno, fundado en el respeto recíproco, colocando en el centro al hombre como imagen viva de Dios, no obstante las diferencias culturales, religiosas o de otro tipo. Y presentaba como más propios de nuestro "ser franciscano", tres desafíos:
Ser instrumentos de paz;
Promover el compromiso ecuménico;
Participar en el diálogo interreligioso.

Rosita Colombo, una franciscana seglar de hoy, desde hace 40 años, madre de familia y docente como maestra de idiomas y de arte, se pregunta en este 2008: "¿Cómo pueden los Franciscanos seglares hacer que su forma de vida sea hoy más significativa?". Es decir: Quiere, sencillamente replantearse a sí misma y a todos los que constituimos “Familia Franciscana” "si verdaderamente estamos siendo una alternativa evangélica en el mundo de hoy, en la Iglesia y en la sociedad de nuestro tiempo” ¿Qué transparentan nuestras obras?; ¿qué evidencia nuestra fe?; ¿a quién llegamos; a quién buscamos?; ¿hasta dónde llega nuestra vocación si ella nos tiene ... ?
Ella confiesa haber descubierto a Francisco en su infancia, con la lectura de un par de libros de la biblioteca familiar... Ella, para dar una respuesta sobre su significatividad franciscana, observa y contempla este universo mundo con una visión excesivamente dramática. Dice ella: "Hay demasiado dolor e injusticia, demasiada violencia, demasiados conflictos armados, demasiadas muertes sin sentido ... "
Seguramente todo esto es verdad. Pero Francisco también señalaría otros aspectos positivos para seguir alabando al Señor Altísimo. Es necesario acostumbrarse a ver, a percibir, con ojos franciscanos, los bienes y los males, para perdonar éstos y gozarse con aquéllos. En el campo del Señor hay trigo y hay cizaña ...

Ante ese "panorama dramático", sigue escribiendo ella:
"La opción franciscana debería ser clara: Combatir todos estos males con el bien (cfr Regla OFS 6). Siempre hay algún camino para hacerla: Acompañando y escuchando a tanta gente a nuestro alrededor que carga con su soledad, con la cruz de las injusticias, la desesperanza y tantos males de nuestro tiempo. La inspiración está en nuestra Regla: Mensajeros de la perfecta alegría, esfuércense permanentemente en llevar a los demás el gozo y la esperanza" (ROFS 19)
Y se pregunta: "Qué puedo hacer yo desde mi humilde lugar de franciscana seglar por este mundo que ya está casi exhausto por el abuso y el mal uso que hemos hecho de los bien,es de la Creación": (Ver Koinonía, p. 4 del n° 58)

Sin duda alguna, Francisco fue una persona, espiritualmente, ambiciosa. Igual que lo fue anteriormente buscando "ser armado caballero" y situarse en la tarima de la nobleza. Consciente y voluntariamente, al fundar las tres Órdenes, extendió su llamada a todas las esferas de la sociedad. Su proyecto de vida lo hizo llegar a todos los ámbitos sociales; y a las tres Órdenes les comunicó su impulso evangélico ... Repasemos las reglas.
Todos sabemos que en este segundo milenio del Cristianismo, Francisco es el hombre más universalmente seguido y admirado. Y todos sabemos que él sigue siendo alternativa clamorosa. Sí, él fue una persona, suficientemente sensible, que supo captar los signos de su tiempo... y no podemos olvidarlo: La única solución, dinámica y dinamizadora, que presentó y experimentó fue abrir el evangelio y aplicar el Evangelio con posturas radicales, nunca mediocres y contemporizadoras, a su vida personal y a los colectivos más directamente pendientes de su proyecto. Siempre el Evangelio ocupó el centro de su vida y fue núcleo central en los programas de sus discípulos ...
Estos son los caminos por los que anduvo éL Trasladémonos a su muerte y escuchemos: "Por mi parte he cumplido lo que me incumbía; que Cristo os enseñe a vosotros lo que debéis hacer" (LM XIV, 3).

Evidentemente, estos desafios y las propuestas anteriores, que responden al "Ser franciscano hoy", van dirigidos principalmente a los Franciscanos seglares, ya que su vida se desenvuelve en el mundo, muy metidos entre los hombres, y relacionados con las realidades mundanas. Como sabemos muy bien, el título II de las Constituciones (artículos 17-27) nos hablan de nuestra "presencia activa en la Iglesia y en el mundo". Cuando expuse el tema del "Laicado y laico franciscano", en el pasado curso de formadores, concluía con una página dedicada a la "corresponsabilidad que, en este momento podemos recordar, porque las dicté entonces como propuestas y desafíos, y todas ellas forman parte del frontispicio de nuestra catedral espiritual franciscana ...

A modo de conclusión, concreto algunas propuestas

A fuer de sinceros, tengo que decirles que he sentido una cierta temeridad al tener que precisar, por mi parte, los contenidos y limites de esas tres realidades, que nos incumben a muchos: "SER FRANCISCANO HOY". Por supuesto, no vale pensar cómo se comportaría Francisco "aquí y ahora". Si viviera Francisco en este siglo XX-XXI, ¿cómo sería su presencia y cómo se comportaría? Repito: Ese planteamiento y ese debate son inanes y no nos conducen a nada práctico; está fuera de la realidad.

2.1. Hay un solo FRANCISCO DE ASíS, irrepetible e intransferible ...
Pero, a través de estos 800 años, se han ido dando muchas y diversas interpretaciones del mismo Francisco de Asís. De tal forma han abundado que se suele decir que cada generación o, al menos cada siglo, ha leído y encontrado en este personaje el mensaje propio para su época y sus necesidades humanas, culturales y espirituales ...
En este sentido, no sería acertado plantearse y preguntarse sobre el comportamiento y las actitudes que adoptaría Francisco en este mundo de hoy. Él vivió en aquella primera cuarta parte del siglo XIII, con unos contextos diferenciados y propios de aquel entonces. Ahí se desarrolló la "historia real del Francisco real". Las lecturas e iconografias de los 800 años posteriores nos muestran al "Francisco de la historia". Aquel Francisco "reparó la Iglesia"; constituyó una nueva vida religiosa junto con la hermana Clara; leyó el Evangelio original y creativamente; despertó al laicado desde su mismo "ser laico"; inició un tipo de evangelización, no desde el poder, sino desde la minoridad y fraternidad ... En fin, forjó una espiritualidad que en nada se ha debilitado..., y su personalidad y su mensaje siguen vivos y atrayentes ...

2.2. Entre los muchos comprometidos en el seguimiento de Francisco estamos nosotros; está la OFS. Y nosotros vivimos en un mundo distinto al suyo; incluso, cada uno rodeado de contextos inmediatos diversos: Contextos existenciales, culturales, religiosos, sociales, etc. muy diferentes ...

Ahora bien, en principio, creo yo, cualquiera que quiera calificar su vida de "franciscana", tiene que volver su mirada a Francisco. MIRAR A FRANCISCO. Pues, él es el fundador de este movimiento, de esa espiritualidad, de "esa visión franciscana de la vida ", de ese contagio, vitalista y místico, que encarna el Pobrecillo de Asís. Consecuentemente, hay que pensar que nadie como él ha sentido, ha vivido, ha experimentado y ha comunicado el "ser franciscano". Se impone MIRAR a Francisco y mirar a Francisco es tanto como ver Evangelio, abrir Evangelio, redescubrir Evangelio ... y apostar, profesionalmente, por el Evangelio. Lo dice muy bien la Regla: "Pasando del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio" (4c). No hay más secretos ni más misterios. Ahí se esconde la perla de la vida nueva ...
Yo creo que Francisco siempre ha significado un formidable y admirable cuestionamiento. No me atrevería a calificar este cuestionamiento de “incordio”; pero sí de un "maravilloso hostigamiento", interpelándonos siempre a volver y retomar la fuerza de nuestros orígenes. La Carta a los Fieles, en síntesis, es una invitación de Francisco a romper con el modo habitual de ser cristiano, por ejemplo ... Y, por otra parte, no podemos olvidar que optar por el Evangelio siempre ha sido, es y será arriesgado, comprometedor y desinstabilizador.

2.3 Por tanto, la propuesta no es situar a Francisco “aquí y ahora”, sino VOLVER A FRANCISCO. Y con esta afirmación nos situamos en un marco de actualidad conciliar cuando nos dice el Vaticano II: "La adecuada renovación de la Vida R. comprende, a la vez, A) un retorno constante a las fuentes de toda vida cristiana ya la primigenia inspiración de los fundadores; y B) una adaptación de los institutos a las cambiantes condiciones de los tiempos" (PC 2).
Evidentemente, estas "cambiantes condiciones" constituyen el "HOY de la historia" ...

También dice el Concilio:
"Se revisen convenientemente las Constituciones, directorios, libros de costumbres, etc. y adáptense a los documentos de este sagrado Concilio" (PC 3). Sin duda, el concilio tuvo un carácter renovador y un poner al día la Tradición cristiana retornando a las fuentes bíblicas, patristicas y litúrgicas. Fruto de ese ánimo renovador es la Regla paulina de la OFS (1978) y son sus Constituciones Generales (2000). Textos que hay que releer, asumir y asimilar creativamente .

Como podemos ver, el Concilio ha dado una importancia verdaderamente grande al espíritu del fundador en orden a la renovación de sus seguidores para los tiempos de hoy y de un futuro inmediato. "El carisma mismo de los fundadores se revela como una "experiencia del Espíritu", transmitida a los propios discípulos, para ser por ellos vivida, custodiada, profundizada y desarrollada constantemente, en sintonía con el cuerpo de Cristo en crecimiento perenne" (M.R. 11).
Es verdad que nuestro "ser franciscano" nace con Francisco de Asís. Es obvio que sin Francisco no hubiera habido "movimiento franciscano". Sin él Bernardo, Pedro y Gil, y Clara, hubieran inventado otro movimiento, otro carisma, con otra fisonomía, con otras características y con otra espiritualidad... Pero les faltaría el sello de lo «franciscano", que nace en Francisco y es él quien lo comunica como él lo siente y lo percibe desde el Espíritu. "El mismo Altísimo me reveló ... " (Tes 14). Sin él, ninguna de las tres Órdenes habrían existido, y la historia franciscana estaría en su punto cero.

Ahora bien, si la "experiencia del Espíritu, nacida en Francisco, la sentimos viva en nosotros y debemos darie mayor profundización y desarrollo, teniendo en cuenta los lugares, los tiempos y los climas fríos" (Rb IV,2) -problema de inculturización-, es una obligación por parte de todos nosotros estar leyendo e interpretando creativamente el propio talante y la fuerza carismática del fundador ...

2.4. Por toda la reflexión que he desarrollado, habréis advertido dónde pongo el acento de nuestro "SER FRANCISCANO HOY".
Estamos a 800 años del nacimiento del carisma franciscano, porque Francisco lo inauguró y desde él comenzó a andar; estamos a 30 de la Regla de la OFS (1978-2008) y estamos a la puerta de un nuevo Capítulo General de la Orden Franciscana Seglar, que pasado mañana (17 noviembre) c1ausurará el aniversario de los 800 años nacimiento de santa Isabel de Hungría ...

Por estas efemérides y porque el espíritu renovador del Concilio nos estimulan a "VOLVER A LOS ORÍGENES", que es tanto, para nuestra historia, como redescubrir a Francisco y redescubrir la "Palabra del Padre tan digna, tan santa y gloriosa" (I C II,4, tal como le fue revelada al mismo Francisco, os presento para el diálogo de grupos algunos interrogantes que son constitutivos fundamentales de nuestro "ser franciscano":

1ª ¿De verdad amamos nuestro carisma? ¿Hasta qué punto aprecio yo mi vocación franciscana? ¿Es prioritaria siempre en mis comportamientos o la subordino a otras iniciativas piadosas y menos consistentes?
2ª ¿Cómo cultivo y desarrollo mi carisma? ¿Frecuento la lectura como medio de formación? ¿Cuál ha sido mi último libro leído sobre Francisco o temática franciscana?

3ª MIRAR A FRANCISCO ES ENCONTRARSE CON EL EVANGELIO. ¿Cuál es mi actitud frente a la Palabra? ¿Personalmente, leo y medito la Palabra de Dios?

4ª El Evangelio está vertido en la Regla y Constituciones. ¿He leído meditativamente estos textos? ¿Los tengo como libros de cabecera? ¿Cómo plasmo mi vida en ellos, mi evangelio franciscano?

5ª Si hemos captado bien las intuiciones y los comportamientos de Francisco, un reto necesario es ver y contrastar nuestro sistema de relaciones ante los problemas culturales, religiosos, sociopolíticos, o de cualquiera otra Índole. Debo repensar si mi "ser franciscano" me está obligando a acercarme a los problemas del presente y a los hombres de hoy -"aquí y ahora" - con actitudes de abertura, cercanía, ternura y comprensión. Siempre desde la minoridad y la fraternidad, actitudes del evangelio franciscano. Vuestra "SECULARIDAD" os obliga con más razón a desarrollar la laicidad positiva dentro de la Iglesia y de la sociedad ...

Y si Francisco dio "normas de vida" a los laicos de entonces, vosotros, hermanos Franciscanos seglares, no podéis contentaras con oportunismos fáciles y cómodos, ni con contemporizaciones desvirtuadoras ...

Amigos todos y entusiastas de san Francisco,
TODO FUTURO ES UN RETO Y UNA CUESTIÓN DE PRUDENCJA, PERO NUNCA DE MlEDOS Y ESTANCAMIENTOS... Si Francisco sigue vivo, nosotros no podemos vivir agonizando. GRACIAS.


P. Inocencio Egido OFMCaP/ Asistente Nacional de la OFS de ESPAÑA