domingo, 22 de junio de 2008

Desprendimiento

San Francisco y Santa Clara vieron en la pobreza de Cristo el camino real que libera el corazón para entregarse al Señor y al hermano. Qusieron ser pobres de todo aquello en lo que el corazón puede estar atado y le impida el seguimiento de Cristo.

San Francisco veía en el despojamiento de los bienes materiales una ayuda a dar los primeros pasos en el camino del desprendimiento de todo aquello en lo que podamos estar atados. San Francisco y Santa Clara, no miraban a la pobreza como algo a imitar, sino. porque el mismo Señor siendo rico, se hizo pobre, por tanto, vivir la pobreza es motivado del enamoramiento del mismo Señor que nos llevará a vivir como vivió él.




En El Evangelio Jesús le indica al Joven rico el verdadero camino del seguimiento "Ve, vende cuanto tienes y luego sígueme". El joven se marchó muy entristecido, pues tenía muchas posesiones. Jesús exige un amor en totalidad, un corazón libre dispuesto a la entrega de Dios y del hermano.

El seguimiento a Cristo supone aparte de renunciar a los bienes materiales, también renunciar a nuestra riqueza interior, para realizar el despojamiento para poder vivir el camino del seguimiento. No podemos vivir la vida cristiana con el corazón lleno de nuestras cosas, porque estar apegado el corazón a las cosas materiales impide, tener el corazón liberado para entregarse en totalidad al Señor.

Nuestra pobreza debe ser vivida en continua lucha del yo egoísta, que en todo momento quiere salirse con su capricho. Debe vivirse al mismo tiempo siempre en actitud de servicio a los hermanos. Y vivirle desde el reconocimiento de nuestra miseria y desde un abandono en la voluntad de Dios.

Recientemente hemos celebrado en nuestra zona de Castilla la Vieja con gran Jubilo la Clausura del VIII centenario del nacimiento de Santa Isabel de Hungría, Patrona de nuestra Orden Franciscana Seglar. Santa Isabel fué mujer de grandes renuncias y sacrificios, quiso vaciarse de sí misma para tener el verdadero tesoro : Jesús .

En el Evangelio el Señor nos dice "Si alguno quiere venirse conmigo, y no esta dispuesto a renunciar a su padre, a su madre, a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, e incluso a sí mismo no puede ser discípulo mío". Ella supo vivir con fidelidad las palabras del Señor, supo vaciarse de todas las cosas para llenarse de Dios.