viernes, 21 de marzo de 2008

En la oración de Francisco sobresale de una manera especial la alabanza, acción de gracias y la adoración. Sólo encontramos la oración de petición en dos ocasiones, en la Oración ante el Crucifijo de San Dámian y en la oración conclusiva de la Carta a toda la Orden; y lo que pide son dones exclusivamente espirituales. La primera vamos a verla un poco ahora y en la segunda pide la gracia para hacer lo que Dios quiere y poder seguir las huellas de Cristo. Nuestra oración es habitualmente oración de petición y no de las otras tres, que son sin duda las mejores, y a veces, hasta nos quejamos si no se nos da lo que pedimos.

Este modo de orar no tenemos derecho a hurtárnoslo los franciscanos . Vamos a ver unos ejemplos .

La oración ante el crucifijo de San Dámian Francisco, pide las tres virtudes teologales, es decir, pide las cualidades divinas que el hombre necesita para relacionarse con Dios "Fe recta, esperanza cierta, y caridad perfecta, sentido y conocimiento, Señor, para que a cierte a cumplir tu santo y veraz mandamiento"

Francisco se ha dado cuenta de las tinieblas que cubren su corazón para responder al amor de Dios que le impide entregarse como el Crucificado. Pide lo que constituye el fundamento de la vida cristiana . Este es un camino de oración por el que N. P. nos invita a caminar.

Otra oración corta, pero que está marcada por la experiencia de Francisco ante el Crucifijo de San Dámian es esta que aparece en el testamento "Y el Señor me dio una fe en las iglesias, que oraba y decía sencillamente . Te adoramos, Señor Jesucristo, tam bién en todas las Iglesias qu8e hay en todo el mundo, y te bendecimjos, porque por tu santa cruz redimiste al mundo".

Esto es lo que vamos a hacer en el cielo, adorar. Y a eso nos invita la oración de Francisco, es decir, a adelantar el cielo a la tierra. ¡ Qué falta le hace a esta tierra nuestra un poco de cielo!. Después de la adoración Francisco exhorta a la alabanza en esta oración . Otra actitud de cielo que nos ha posibilitado Cristo a los humanos con su pasión, muerte y resurreción.

Es admirable cómo N.P. aprovecha los textos de la biblia y de la liturgia para hacer suya una oración con los añadidos que el Espíritu Santo le inspira. Leer más