domingo, 1 de febrero de 2009

Objetivos en este año

Todavía esta reciente el Capítulo General de la Orden Franciscana Seglar donde se clausuro el VIII centenario del Nacimiento de nuestra Patrona Santa Isabel de Hungría. Ella quiso vivir su unión con Dios en medio de los más pobres. Ella supo identificarse y estar cerca de los problemas que tenían las personas de su tiempo .

Acabamos de empezar el año y ya en el año 2008 empezaba a vislumbrarse lo que se iba a vivir este año : La Crisis económica. Al mismo tiempo nosotros Franciscanos Seglares y como no, Cruzados Seraficos estamos revisando como es nuestra forma y manera de ser, nuestra presencia en el mundo.

Si echamos la vista atrás podemos ver lo que nos relataban la prensa se destacaba los temas y leyes que el gobierno quiere aprobar(ley del aborto, ley de la ciudadania, la unidad de la Familia, estos temas hay que hacer todo lo posible para defenderlos, pero hay que ir sobre todo y descender al drama que muchas familias están viviendo en la actualidad, como pueda ser el paro la inestabilidad económica que les obliga a temer por la familia.

En la actualidad hay muchas personas que se acercan a los comedores de Caritas porque ahora se ven obligados a ir porque no tienen medios suficientes . Por este incremento de asistencia a los comedores Cáritas se ha visto obligado a incrementar su presupuesto. Ante la grave crisis económica que todos estamos viviendo, y queramos o no nos afecta a todos directa o indirectamente ¿Cual es nuestra actitud ante aquellos que sufren esta situación?

Aunque ya ha comenzado un nuevo año, todavía es posible en plantearnos como Fraternidad algún que otro objetivo para este año . Durante el tiempo de Navidad se nos pedía a través de la jerarquía de la Iglesia dedicar nuestro tiempo y nuestros esfuerzos a aliviar las necesidades de aquellas personas que sufren directamente las consecuencias de la crisis.

La Iglesia nunca se desentiende de las necesidades de los hombres de nuestro tiempo: El gozo y la esperanza, la tristeza y la angustia de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y afligidos, son también gozo y esperanza, tristeza y angustia de los discípulos de Cristo y no hay nada verdaderamente humano que no tenga resonancia en su corazón" (Gaudium et espes).

Por tanto, nuestra misión es desplegar nuestro tiempo y energías para aliviar la situación personal de cada uno de ellos. Transmitirle un mensaje de esperanza de que esta situación es pasajera y realmente que se sientan acompañados y ayudados por nosotros.

El otro objetivo que cada uno de nosotros nos podemos plantear es el de la propia formación. No podemos contentarnos en asistir a nuestros encuentros. Lo primero que tenemos que tener claro es que en nosotros ha surgido el deseo de participar o vivir en una fraternidad franciscana. Sino, que la iniciativa surge de Dios que llama a seguirle y participar de una fraternidad, "El Señor me dio hermanos. Pero esta llamada exige que haya habido encuentro con el Señor y este encuentro exige conocimiento de la persona amada. No podemos amar a alguién que no conocemos y por tanto, no se le puede amar.

El conocimiento nos lleva a profundizar en la persona de Crtisto, en su mensaje y este conocimiento nos llevará a tratarle en la oración y por último nos llevara a comunicarle a los demás, a estar como él en aquellas situaciones en las que las personas no tienen esperanza y están hundidos. A nosotros nos toca el resucitarlos a la vida, a la esperanza. Es por tanto un objetivo importante que debemos poner en marcha cada uno de nosotros, pues sin el no seremos capaces de desarrollar nuestra misión en la Iglesia ni en el mundo.