miércoles, 11 de marzo de 2009

vivir la Cuaresma



Dentro de unos días comenzaremos la cuaresma, con la imposición de la ceniza y la invitación de la Iglesia a la penitencia. Es un momento propicio, una gracia del Señor a realizar el desierto interior, nuestra conversión al Señor que va a culminar en el triduo Pascual (Pasión , Muerto y Resurrección del Señor)

En el inicio de la cuaresma resuena en nuestro corazón aquellas palabras que marcan el desierto de todo creyente en este tiempo “Conviértete y cree en el Evangelio” Este convertirse nos lleva a introducirnos en nuestro interior y ver como nos hemos desviado muchas veces del camino que nos llevan a vivir la unión con Dios .

Se nos propone en este tiempo la oración el ayuno y la limosna. El Papa Benedicto XVI en su acostumbrado mensaje cuaresmal de este año 2009 reflexiona sobre el valor y sentido del ayuno, recojo algunas frases:

En nuestros días, parece que la practica del ayuno ha perdido un poco su valor espiritual y ha adquirido, más bien, en una cultura marcada por la búsqueda del bienestar material, el valor de una medida terapéutica para el cuidado del propio cuerpo .

Esta claro que ayunar es bueno para el bienestar físico, pero para los creyentes es, en primer lugar, una “terapia” para curar todo lo que les impide conformarse con la voluntad de Dios. Al mismo tiempo, el ayuno, nos ayuda a tomar conciencia de las necesidades en la que viven muchos hermanos necesitados.

El ayuno nos ofrece la posibilidad de tomar conciencia de las necesidades que hay en nuestra sociedad y nos ayuda a descubrir que somos demasiado consumistas cuando hay muchas personas que necesitarían aquello que nosotros malgastamos .

La jerarquía eclesiástica y Benedicto XVI, como representante de la Iglesia Católica nos pide la solidaridad con aquellas personas que están viviendo situaciones extremas de necesidad. Al salir de nosotros y ponernos a caminar al lado del necesitado estamos contribuyendo al desarrollo y crecimiento de una sociedad más justa y fraterna. Al mismo tiempo estaremos realizando una transformación de nuestro corazón.