miércoles, 11 de marzo de 2009

Promoción vocacional


Lo primero que debemos hacer para tratar el tema de “Promoción Vocacional” es remitirnos a las CC.GG: en su artículo 45, donde se nos dice textualmente:
“La promoción de vocaciones a la Orden es un deber de todos los hermanos y es un signo de la vitalidad de las mismas Fraternidades.
Los hermanos, convencidos de la validez de la forma de vida franciscana, pidan a Dios que conceda la gracia de la vocación franciscana a nuevos miembros”

Quiero ir desglosando palabra por palabra lo que nuestras constituciones nos indican. Primero nos dicen que la promoción vocacional es un deber de todos los hermanos. Yo que queréis que os diga… más que un deber (que parece que conlleva un matiz un poco imperativo) más que un deber considero que es una “responsabilidad”. Con esta palabra, creo que indicamos que esto de la promoción vocacional es cosa de todos. Es “nuestra” responsabilidad. No es sólo la del ministro, o la del formador… o mucho menos la del asistente… No sólo de la Fraternidad de Zona, es responsabilidad de cada una de nuestras fraternidades locales. De cada uno de los hermanos que conforman e integran las fraternidades.

Ahora cabe hacernos la pregunta: ¿Qué estamos haciendo en nuestras fraternidades para promover nuevas vocaciones? (silencio incómodo)
Pues pienso que podemos hacer muchas cosas. Y no me vale que me digáis que “ya somos muy mayores…” “No sabemos cómo hacerlo…” Bueno, pues si no se sabe cómo empezar recurriremos a la Regla y a las CC:GG:
Las CC.GG. nos han dicho “pidan a Dios que conceda la gracia de la vocación franciscana a nuevos miembros” ORAR

Lo primero que debemos tener en cuenta es que la vocación es una gracia, un don, un regalo de Dios… pidan a Dios que conceda la gracia de la vocación. ¿Somos conscientes de que nuestra vocación franciscana es un regalo “gratuito” de Dios? Hacemos ver a las personas que se acercan a nuestras fraternidades que la vocación es un REGALO del AMOR de Dios. ¿Qué hemos hecho nosotros para merecer este inmenso regalo? ¿Por qué se ha fijado en nosotros…? De entre los miles y millones de personas que hay en el mundo… Dios se fijó en mi. No me digáis que no es para volverse loco. Pues esa locura, ser conscientes de esto, tiene que hacer que nosotros imploremos, pidamos a Dios que ese regalo lo comparta con muchas personas más. Qué esas personas sepan acoger con agradecimiento y humildad el regalo maravilloso de la vocación.

Así que no me digáis que no podemos hacer nada… Los “mayores” de nuestra Fraternidad, los hermanos que están en residencias, o simplemente impedidos en sus casas… encomendadles la tarea de orar, de rezar por las vocaciones, de pedir a Dios que nuestras fraternidades se vean rejuvenecidas. Veréis como así se sienten más partícipes de la vida de la Fraternidad, aunque por diversos motivos no puedan asistir a las reuniones.
Añaden además nuestras CC.GG.: Los hermanos, convencidos de la validez de la forma de vida franciscana… ¿¿¿Estamos, realmente convencidos de la validez de nuestro estilo de vida??? ¿Pensamos que el carisma franciscano tiene algo que decir al mundo de hoy? ¿Sabemos, conocemos cómo es nuestro estilo de vida, que profesamos el día de nuestra profesión solemne de la Regla? O pensamos que nuestro carisma es una utopía irrealizable…

El Papa Benedicto XVI, en su libro “Jesús de Nazaret” propone el carisma de la Tercera Orden Franciscana como modelo para vivir el Evangelio de Cristo en el mundo. Resume en unas frases MARAVILLOSAMENTE nuestro carisma y nuestra misión en la Iglesia y en el mundo de hoy:
La Tercera Orden significa aceptar en humildad la propia tarea de la profesión secular y sus exigencias, allí donde cada uno se encuentre, pero aspirando al mismo tiempo a la más íntima comunión con Cristo, como la que el santo de Asís alcanzó.
Queridos hermanos: yo creo que no se puede definir mejor nuestra tarea como cristianos y como franciscanos. Esto que el Papa ha puesto como ejemplo es totalmente valido para cualquier cristiano. No me digáis que la propuesta franciscana no es atrayente para cualquier persona, para cualquier cristiano.
El mensaje de Francisco hoy sigue vigente, es atrayente y nosotros debemos prolongar, debemos extender su mensaje a todos los cristianos.

Comentaba antes que una manera de promover vocaciones es la oración, por supuesto que la considero indispensable, pero considero también necesario una acción pastoral concreta.
Un himno de la Hora Intermedia nos dice:


“Nos señalaste un trozo de viña
y nos dijiste: venid y trabajad.
Nos mostraste una mesa vacía
y nos dijiste: llenadla de pan.
Nos presentaste un campo de batalla
y nos dijiste: construid la paz.
Nos sacaste al desierto con el alba
y nos dijiste: levantad la ciudad.
Pusiste una herramienta en nuestras manos
y nos dijiste: es tiempo de crear…”

La herramienta que ha puesto en nuestras manos es el gozo, la alegría de sabernos elegidos por Dios, la gracia de los hermanos, de la Fraternidad… ¿¿¿Qué más queremos para comenzar la tarea??? Es tiempo de crear, de crear esperanza, de vivir nuestra vocación, de crear espacios para escuchar a los hermanos y a aquel que lo necesite, de crear ambientes adecuados para darnos a conocer…

En este campo la Vocalía de Pastoral Vocacional de nuestra Zona, está intentando (mediante ese díptico que envié a todas las formadoras) darse a conocer. Nuestro ministro ha creado un Blogg de nuestra Zona para darnos a conocer por Internet… No podemos quedarnos parados y encerrados en nuestras fraternidades sin salir, sin darnos a conocer… No podemos dejar que se pierda la grandeza, la riqueza de nuestro carisma, porque nos quedamos estancados y paralizados en nuestra fraternidad.
Ni podemos, ni debemos (CC:GG:) Es nuestra responsabilidad. Este Tesoro, porque nuestro carisma, nuestra espiritualidad, es un tesoro… no podemos quedarnos con él, no podemos acapararlo… debemos compartirlo, darlo a conocer para que otros puedan experimentar, como nosotros lo hacemos, la maravilla, el gozo de saberse amado por Dios.

Cualquier oportunidad que encontremos, bien sea en la Misa de la Fraternidad con la Parroquia donde estamos, el día del Franciscano Seglar, la festividad de Sta. Isabel, cualquier ocasión que se nos brinde no la podemos desperdiciar. Pero claro, esto hay que prepararlo, no podemos ir y estar sentados en la Misa, habrá que seleccionar lo que se va a decir, quién lo va a decir, cuidar las celebraciones…

Además podríamos ir pensando en realizar en nuestras fraternidades unas jornadas o “Día del Franciscano Seglar” o “Día del carisma Franciscano” donde podamos dar a conocer nuestra espiritualidad, mediante charlas, coloquios, Eucaristías, meditaciones, mesas redondas… como queráis. Pero no podemos quedarnos plantados mirando al cielo…
Yo me ofrezco para si fuera necesario ir por las fraternidades para hablar de nuestro carisma (si alguna Fraternidad lo necesitase) si se realiza un encuentro de este tipo. Prefiero que sea cada Fraternidad la que se implique, lo organice etc… pero si fuera necesario… aquí me tenéis. Todo es hablarlo.

En la Oración que hagáis, no sólo pidáis a Dios que envíe vocaciones, pedid también que nos ayude con su gracia y su intercesión, para que sepamos acercarnos al mundo de hoy y ser testigos en este mundo de un mensaje (EL EVANGELIO) que es el único que da el gozo pleno y verdadero a una sociedad que aunque parece que no… pero es una sociedad que está sedienta de que le hablen de Dios.

En el tema de formación del anterior Consejo de Zona, comentaba que la contemplación del Icono del Cristo de San Damián, el ENCUENTRO PERSONAL CON LA PERSONA DE JESUCRISTO, no puede dejarnos impasibles. Ese encuentro ha de llevarme a vivir el COMPROMISO que hice en el día de mi PROFESIÖN.

Solamente esa vivencia del mensaje de Jesucristo “en radicalidad” es lo que puede hacer atrayente a los demás nuestra FORMA de VIDA.

“PUSISTE UNA HERRAMIENTA EN NUESTRAS MANOS Y NOS DIJISTE… ES TIEMPO DE CREAR”